1. Actualiza WordPress, temas y plugins regularmente. Las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad y mejoras de rendimiento. Antes de actualizar, haz una copia de seguridad completa de tu sitio web en caso de errores inesperados.
2. Haz copias de seguridad regulares. La realización de copias de seguridad de tu sitio web es importante en caso de que algo salga mal, como un ataque de piratería o un error en el servidor. Puedes programar copias de seguridad regulares utilizando un plugin de WordPress o hacerlo manualmente.
3. Monitorea tus plugins y temas. Asegúrate de usar plugins y temas de confianza y actualizados. Si existe algún problema con un plugin o tema, desactívalo inmediatamente y busca una alternativa.
4. Mantén tu sitio limpio y ordenado. Elimina regularmente elementos innecesarios de tu sitio web, como comentarios de spam, revisiones y archivos de imagen antiguos. También es importante mantener tu base de datos limpia y optimizada.
5. Realiza pruebas de velocidad y rendimiento. Verifica regularmente la velocidad de tu sitio web para asegurarte de que sea rápido y fácil de usar. Si experimentas problemas de rendimiento, como tiempos de carga lentos, considera contratar un servicio de optimización de velocidad.
6. Verifica tus formularios de contacto y sistemas de logueo. Asegúrate de que tu formulario de contacto y sistema de registro de usuarios estén funcionando correctamente. Realiza pruebas periódicas para garantizar que estén en buen estado de funcionamiento y sin hacks.
7. Actualiza tus contraseñas regularmente. Nunca uses la misma contraseña para diferentes cuentas y actualiza tus contraseñas regularmente. Esto ayudará a proteger tu sitio web de posibles ataques maliciosos.
Con estos consejos prácticos, puedes asegurarte de que tu sitio web creado con WordPress esté siempre en buen estado de funcionamiento, rápido y seguro.